La actuación requiere de nuestros 5 sentidos, para poder interpretar y accionarlos debemos tenerlos presente en la vida cotidiana ejercitándolos. Lo principal es prestarle atención a la vida y usar nuestra imaginación para nutrirnos de ella y crear historias. La suma de esto te hará más sensible. La sensibilidad es la herramienta principal del intérprete y sin duda del artista.
Mientras caminamos por la calle observemos a las personas con las que nos cruzamos, mírale a los ojos, hazte preguntas sobre ella. ¿Vendrá de su casa? ¿Vendrá de tirar la basura? ¡Ahh no! Lleva una bolsa del mercado, quizás acaba de comprar, ¿qué habrá comprado? Puede que haya ido a por pan ya que es la hora de almorzar.
En observar y estar atentos es donde radica el punto esencial para nuestro trabajo diario como artistas. En ocasiones vamos con gafas de sol por la calle. Nuestra vanidad distorsiona la realidad que percibimos. No prestemos tanta atención en las sensaciones que causamos en los demás, lo interesante es prestar atención en que sensaciones provoca la otra persona en mí. Esto te dará autoconocimiento y empatizarás más con el resto.
¿Cómo estar consciente con el mundo que nos rodea?
No abstenernos de la realidad, con perfumes que disimulan el olor que hay en la calle, fumando tabaco o con sabores excesivamente picantes que deterioran nuestro paladar, con drogas que nos vuelven a distorsionar la realidad que vivimos. En definitiva, dejar de atontarnos y de insensibilizarnos y hacernos frente a la realidad del mundo, con todos los altibajos que esto conlleva. Si te abres, tu sensibilidad aumentará y esta es la parte esencial del talento del actor. No solo para aplicarlo a tu trabajo como intérprete, sino que también como persona, te comportarás más amablemente en tu vida cotidiana.
Hemos de hacernos preguntas con lo que nos encontremos a nuestro alrededor, las preguntas te irán dando respuestas que para ti tendrán valía y así desarrollarás la imaginación. No te quedas en lo superficial de lo que ves. El artista se encarga de ver historias en lo cotidiano.
Un inciso. Ejercita la sensibilidad con alguna obra de mi libro Las Palabras no Entienden donde critico al reggaetón y otros géneros musicales. Prólogo Brisa Fenoy y epílogo Josefina Núñez. Las Palabras no Entienden.
Solo nos hacemos consciente de nuestro cuerpo cuando nos duele. Mientras más desarrollemos nuestros órganos sensoriales (ojos, oídos, nariz, lengua y piel) más sensibles seremos y por lo tanto más intensamente nos mostraremos a los estímulos, desde el éxtasis espiritual al dolor más insoportable, porque estos estímulos físicos van acompañados de respuestas psicológicas.
Vive la vida con todo lo que esto conlleva.
Recuerda que la información de este post ha sido extraída del libro de Uta Hagen “Un reto para el actor”, en el cual el escritor del post (Alberto Arroyo) ha aterrizado los conceptos y añadido experiencias y comentarios personales en base a esta información.
Quiero comentarte algo, si te suscribes aquí (al newsletter del blog), serás la primera persona en estar informada sobre mi nuevo libro, el cual contiene 10 obras de teatro (de varios estilos) inspirado en su gran mayoría en el reggaetón (prólogo Josefina Núñez, epílogo Brisa Fenoy). A parte si te suscribes también recibirás ofertas de mis libros “Crea trabajo como intérprete” y “Manual de actuación”.
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