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¿Cuál es el objetivo para estar de pie en escena?

mayo 7, 2020
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El actor se encuentra en escena de pie, rígido sin nada que hacer. Si el objetivo para caminar es tan simple como saber a dónde va, el de estar de pie es precisamente el mismo. Cuando estás sentado y te pones en pie sin motivo aparente, este podría ser el de estirarse porque lleva un largo tiempo sentado.  

Se ve extraño cuando un intérprete está sentado o de pie y es un simple elemento escenográfico más. Siempre existe objetivo en el personaje 

¿En qué momentos hay que ponerse de pie? 

Siempre hay objetivo a realizar, pero lo voy a dejar más claro con unos ejemplos. Si tienes un invitado en casa, ya habéis realizado el encuentro y tienes muchos quehaceres te pones en pie inconscientemente, ya que estás pensando en la cantidad de tareas que has de realizar en cuanto el invitado salga por la puerta, lo entenderá y se acabará marchando. Lo mismo puede ocurrir cuando te encuentras en una casa y tienes que irte, te levantas y se entiende que vas a marcharte, entonces te despiden los inquilinos.  

Puedes quedarte de pie sin hacer nada por una duda, ibas a realizar alguna acción que justamente has olvidado. Estás en una fiesta, no hay sillas para sentarte o no sabes donde sentarte. Otro momento que justifica el estar de pie.  

Se puede ver interrumpida tu acción, con esto me refiero, vas a hacerle un café a tu invitado y de repente te da una gran noticia, para mostrarle atención te paras y le escuchas, pero tu cuerpo sabe que en cuanto acabes de escuchar continuarás con la acción. Incluso si la noticia es muy impactante puedes olvidarte del café y te vuelves a sentar indagando más sobre la noticia.  

Un inciso. Puedes trabajar con alguna obra de mi libro Las Palabras no Entienden donde critico al reggaetón y otros géneros musicales mediante 10 obras de teatro. Prólogo Brisa Fenoy y epílogo Josefina Núñez. Las Palabras no Entienden.      

Por último mientras esperas a alguien en la calle puedes encontrarte parada, mirando hacia los lados, pero nunca con el cuerpo rígido. Imaginando por qué se está retasando o cómo vendrá vestido, dónde iréis a cenar o cualquier cuestión que ocupe al contexto de nuestro personaje. Muy importante asociar este contexto al pensamiento del personaje ya que denotará la actitud. Con este contexto me refiero al: clima, la hora del día, las necesidades, las relaciones con el resto de personajes, los objetivos, la ropa y todo lo que aparece en la obra que influye al personaje.  

 

 

 

El pensamiento lleva a la acción.

 

 

 

 

Recuerda que la información de este post ha sido extraída del libro de Uta Hagen “Un reto para el actor”, en el cual el escritor del post (Alberto Arroyo) ha aterrizado los conceptos y añadido experiencias y comentarios personales en base a esta información.   

 

 

 

Quiero comentarte algo, si te suscribes aquí (al newsletter del blog), serás la primera persona en estar informada sobre mi nuevo libro, el cual contiene 10 obras de teatro (de varios estilos) inspirado en su gran mayoría en el reggaetón (prólogo Josefina Núñez, epílogo Brisa Fenoy). A parte si te suscribes también recibirás ofertas de mis libros “Crea trabajo como intérprete” y “Manual de actuación”. 

 

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