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¿Conoces a quién van dirigidos los monólogos?

abril 7, 2021
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Existen infinidad de cursos sobre monólogos la gran mayoría enfocados ante la cámara. Realmente los monólogos o soliloquios son usados en muy pocas ocasiones en los textos dramáticos, pero quienes conocen la industria saben que la gran mayoría de castings se hacen usando estos textos. Preparando un monólogo en vez de un diálogo. Aunque lo prefiero en ciertos castings debido a que me han llegado a dar la replica fatal. Esto depende de la profesionalidad de la producción. No eran intérpretes, pero ni siquiera lo hacían con ganas.

Las personas que organizan estos cursos de monólogos, como cualquier empresa, buscan vender. Lo malo es que los actores caen en la trampa de formarse en realizar monólogos cuando la clave para tener una carrera estable es formarse en cuanto a la técnica actoral. Hay que apuntar que resulta muy distintos los “apartes” de los monólogos, esos momentos en los que le hablas directamente al público. 

Origen de los monólogos

Los monólogos son los pensamientos de los personajes expuestos en palabra. Teniendo esto en cuenta los primeros dramaturgos que lo introdujeron en sus escritos basándose en el concepto aristotélico de la época fueron los grandes Esquilo, Euripides y Sófocles. Tras la Edad oscura en los siglos XVII y XVIII con los dramas de Shakespeare, Racine, Moliere y sus contemporáneos se  crearon diferencias entre monólogos. El teatro ruso del siglo XIX de la mano de los escritores Gogol, Chéjov, Ovstrovsky y sus contemporáneos europeos, escandinavos y norteamericanos fueron jugando con esta parte del texto dramático que a nuestros días nos resulta tan importante. 

El monólogo son pensamientos del personaje siendo concisos podríamos decir que un monólogo es pensar en voz alta. Para darle valor a lo que decimos con este nos tendremos que hacer las preguntas: “Por qué”; “cuando” y “cómo” nos dirigimos a nosotros mismos en voz alta.

En la vida real cuando solemos pensar en voz alta es para blasfemar, ya sea hacia nosotros mismos porque hemos hecho algo que pensábamos que no era lo correcto o para que se nos escuche con aquello que no estamos conforme. También lo hacemos mencionando listas evitando que se nos olvide lo que tenemos que coger para salir a la calle. Nuestro objetivo se encuentra en el subconsciente y es el de que se nos escuche o hablarnos más profundamente a nosotros mismos para lograr mayor concentración.

 

 

Haz oír lo que te dices.

 

 

 

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La información de este post ha sido extraída del libro de Uta Hagen “Un reto para el actor”, en el cual el escritor del post (Alberto Arroyo) ha aterrizado los conceptos y añadido experiencias y comentarios personales en base a esta información.   

 

 

 

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