Las palabras que nuestro personaje ha de decir logran vida por sí solas, tienen un contexto que las rodean que las hace originales y particulares a la hora de ser dichas. Antes de mencionar nuestros textos hemos tenido que hacer el trabajo de asociación, para que surja la espontaneidad y la particularización.
Tras hacer este trabajo en casa, vamos al ensayo donde las palabras cogen validez al verbalizarlas con nuestros compañeros de escena. En nuestro trabajo individual solo nos hemos podido hacer una idea de por dónde va a ir dirigido el trabajo. Siendo en los ensayos donde nos acabemos de aprender el texto. La mejor forma de hacerlo es así, mediante la asociación y la repetición en el ensayo y no una memorización mecánica asociada a intenciones sin ser comprobadas en escena.
En la vida cuando vamos a dar un discurso nos damos cuenta que las palabras se evocan sin una organización fija. Van tomando forma a medida que están siendo dichas. Motivadas por la velocidad del pensamiento y de los objetos internos que te han ayudado a profundizar en el valor de estas palabras. Las palabras no suelen decirse en el orden pactado debido a que están sujetas a la realidad que vives en ese justo momento. En definitiva, haces presente tu discurso.
¿Cómo lograr la originalidad en las palabras?
Cuando estamos frente a un discurso largo, que suelen ser reveladores del personaje y están contando experiencias traumáticas ya pasadas, en ocasiones se comete el error de pensar que el personaje tiene que revivir estas experiencias. No es así, tenemos que enfocarlo siendo conscientes que esa experiencia ya ha pasado y más importante aun siendo conscientes que nos encontramos con distintos estímulos a los de la experiencia. Estímulos que no pueden ser ignorados teniéndolos en cuenta mientras damos nuestra diatriba. Abordamos un tema del pasado en el momento presente.
Un inciso. Puedes trabajar la particularidad de las palabras con alguna obra de mi libro Las Palabras no Entienden donde critico al reggaetón y otros géneros musicales mediante 10 obras de teatro. Prólogo Brisa Fenoy y epílogo Josefina Núñez. Las Palabras no Entienden.
¿Por qué mi personaje toma la decisión de desvelar esta experiencia? En estos discursos hemos de entender y hallar lo que se esconde tras el discurso. ¿Qué es lo que nos motiva a recordarlo? es una experiencia dolorosa de recordar. Por aquí es por donde debemos afrontar este tipo de discursos en las obras teatrales. Los recuerdos que le conmueven al personaje lo hacen ahora y no en aquel momento teniendo en claro que esto ocurre de una manera distinta a como lo hacías entonces. Nuestro personaje tiene que transmitirle al compañero la necesidad de hallar respuestas.
No te limites, déjate sentir las palabras en tu cuerpo.
Recuerda que la información de este post ha sido extraída del libro de Uta Hagen “Un reto para el actor”, en el cual el escritor del post (Alberto Arroyo) ha aterrizado los conceptos y añadido experiencias y comentarios personales en base a esta información.
Quiero comentarte algo, si te suscribes aquí (al newsletter del blog), serás la primera persona en estar informada sobre mi nuevo libro, el cual contiene 10 obras de teatro (de varios estilos) inspirado en su gran mayoría en el reggaetón (prólogo Josefina Núñez, epílogo Brisa Fenoy). A parte si te suscribes también recibirás ofertas de mis libros “Crea trabajo como intérprete” y “Manual de actuación”.
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